Hoy
con estas líneas voy a complacer un pedido de alguien que yo quiero mucho,
alguien que muchos de ustedes ya conocen, mi hermanita Cary. Ayer en la tarde
mientras me sonreía escuchando una canción le comenté que yo había vivido algo
parecido y que iba a escribirlo, sonrió y me dijo “estoy segura que será lindo
y excitante, pero primero escribe de esto y de lo que hemos pasado todos estos
días”.
Su
pedido me sorprendió, porque aunque le gusta mucho lo que escribo y lo lee
todo, nunca me ha sugerido que escriba algo determinado y mucho menos sobre el
valor de la amistad porque una vez cuando se emocionó leyendo algo que escribí
sobre ella, me dijo que no quería que pusiera esas cosas de ella (creo que le
avergüenza leer sus virtudes), a lo que yo le respondí “es casi imposible que
yo hable o escriba de amistad verdadera y no miente tu nombre, y hable de las
muchas cosas que nos unen y que no diga la persona maravillosa que eres, lo
orgullosa que estoy de que seas mi amiga, realmente es inevitable”.
Por
eso me sorprendí cuando me hizo este pedido, en un inicio no lo tomé muy en
serio pero las cosas que me dijo después me hicieron pensar y decidirme. Creo
que ella lo que quiere es hacerle un honor a la amistad y a la nuestra en
particular. Por tanto decidí complacerla.
Hemos
tenido dos días muy ajetreados, como saben Cary estaba comenzando a pintar la
casa cuando enfermó. Fueron muchos días los que se sintió mal y por eso esas
labores prácticamente se detuvieron. Como ya les conté el otro día, ya esta
bien, pero como además estaba esperando en casa una visita de Alemania se
imaginan que hubo que correr con la pintura y los arreglos porque con los días
perdidos por la enfermedad, ya estaba “contra reloj” como decimos nosotros.
Faltaban apenas dos días para que llegaran los amigos.
A
pesar de que ella les confesó que yo le había jodido una pintura (cosa totalmente
cierta) ese hecho lamentable que ocurrió simplemente por haber hecho un mal
cálculo de la gama de colores, no me amilanó y como ella no me condenó por
supuesto he estado con ella estos dos agotadores días, enfrascadas en pintura y
cambio de lugar de muebles (creando condiciones para que los amigos duerman),
entre otras muchas cosas que ha sido necesario preparar y buscar. Hemos hecho
millones de cosas ayudadas por nuestros adorados hijos.
Pero
déjenme, contarles un chisme, como ya se siente bien, decidió romper su dieta, ¡y
no hablo de comida!, el viernes decidió que ya estaba lista para hacer el amor,
se imaginan una persona que lleva más de quince días solo a malanga hervida y
agua con azúcar… ya está bien de salud pero está un poco débil, pues nada
nuestra amiga se puso en esos menesteres y cuando llegué a su casa para
continuar pintando me la encontré en la cocina, ¡con una cara! Y sólo me dijo
“mierda, me tiemblan las piernas, creo que no puedo ni sostenerme”. Como soy un
poquito ágil de mente enseguida me di cuenta de lo que hablaba y sólo le dije “¡tu
estás loca! Llevas más de dos semanas apenas sin ingerir alimentos…”. Se tomó
un refresco, se sentó un ratico y se recuperó un poco. Después ese día
continuamos con nuestras labores de pintura y arreglo.
Ayer
en la mañana llegaron los tan esperados muchachos de Alemania, que por cierto
llegaron mucho antes de la hora prevista, cogieron a Cary casi levantándose de
la cama, imagínense como se puso cuando recibió la llamada de que estaban en
camino, pues todo lo planeado para la mañana se vino a bajo y tuvo que recoger
en apenas unos minutos algunas cosas que habían quedado regadas la noche anterior
porque terminamos de trabajar muy tarde y estábamos cansadas, y ella misma dijo
“Los alemanes llegan después del mediodía, por la mañana temprano yo recojo
todo eso, ya vamos a descansar”. Y así fue, bueno por lo menos la parte de
irnos a descansar porque lo de la mañana siguiente no tuvo nada que ver con sus
planes.
Al
mediodía se fueron para la playa con nuestros hijos y Cary me llamó de inmediato
para que fuera para su casa (cosa que no estaba en mis planes), y luego dice
que yo soy el “disturbio”, el caso es que me lo pidió y yo terminé cediendo a
pesar de mi cansancio y de algunas cosas que tenía que hacer en casa. Así que
me di un baño y partí a recorrer las pocas cuadras que nos separan.
Llegué,
nos saludamos y dijo “tu no sabes lo que he corrido, mira aún estoy en bata de
dormir, pero bueno ya se acomodaron y se fueron con los muchachos para la playa
y ahora en medio de esta paz, tu y yo vamos a escuchar música, chismear y beber
cerveza”. Comencé a reírme y le dije “tu estas loca, pero te mereces una tarde
de completo relax”.
Su
esposo que estaba en la casa dijo “las dos están locas y fue a dormir una
siesta porque no se sentía bien”.
Las
dos últimas semanas no fueron buenas para ninguna de nosotras, primero Cary
enferma, y yo con mis problemas peor que nunca, a pesar de eso ella no dejó de
hacer lo que podía y yo no dejé de ayudarla en los momentos que tuve disponible,
y los dos últimos días (afortunadamente ella ya bien de salud y mis problemas
un poquito calmados), pudimos dedicarnos de lleno a la pintura y a todas las
cosas que estaban por hacer.
Por
eso ayer en la tarde dijo que nos merecíamos unas horas de relax, sin pensar en
nada. Escuchamos música, nos reímos muchísimo y nos bebimos unas cuantas cervezas.
Así fue nuestra tarde ayer, realmente nos sentimos muy bien, nosotras solas y
en un ambiente de paz total pasamos una tarde estupenda entre risas, música y
cerveza. una tarde que se extendió hasta las dos de la madrugada (que raro,
¿verdad?) porque cuando llegaron de la playa todos se unieron a nosotras,
volvimos a comprar cervezas y nos pusimos a jugar dominó.
Ella
estaba muy contenta y me repetía, no sólo a mi, se lo dijo a todo el mundo, que
en tantos días enferma y con tanto trabajo por hacer, la única persona que
había estado a su lado todo el tiempo era yo y nuestros hijos. Esas cosas no me
gusta que las diga, porque aunque sean ciertas a la familia la mayoría de las
veces le desagrada, pero cuando se pone en sus trece es imparable y no hay
quien la calle.
Yo
no creo en la exclusividad de dar y estar, creo en una actitud frente a la vida
integral, con diferentes expresiones pero sin condiciones.
Un
amigo/a es el descanso del alma cuando la agitación de la vida nos deja sin
aliento, es un remedio a la soledad y al silencio, se le puede contar lo que no
nos atrevemos a confesarnos a veces ni a nosotros mismos... y nos entiende... a
veces nos reta, pero nos quiere igual. Es una persona especial que tiene la
capacidad de compartir su vida con los demás, es honesta de palabra y en los hechos,
es sincera y sensible, y siempre se asegura de que el amor forme parte de todo.
Un verdadero amigo/a es una bendición del cielo, y cuando las penas marchitan
los momentos la voz del amigo/a te hace ver la luz.
No
tiene que ser perfecto (nadie lo es) basta con que sea humano, que tenga
sentimientos, que tenga corazón, que sepa hablar y callar pero sobre todo que
sepa escuchar... debe amar al prójimo y respetar el dolor, no es necesario que
sea puro, ni que sea totalmente impuro, pero no debe ser vulgar. Un amigo/a tiene la capacidad de brindarse a los
demás y ayudarlos con los cambios que tienen lugar en su vida.
No
teme ser vulnerable; cree en su singularidad... y está orgulloso de ser quien es.
Se permite el placer de estar cerca de los otros y preocuparse por su felicidad.
Comprende que es el amor lo que marca la diferencia en la vida. Y por eso hace
que la vida.... sea francamente bella.
Muchas
veces se precisa un amigo para no enloquecer, para contar lo que se vio de
bello y de triste durante el día, de los anhelos y de las realizaciones, de los
sueños y de la realidad. A veces cuando nos encontramos perdidos recobramos la
conciencia tan solo con sentir su mano sobre el hombre o sentirnos envueltos en
un abrazo lleno de calor humano y cariño, sonriendo o llorando, pero llamándonos
amigo.
En
la amistad tenemos que saber renunciar en favor de alguien, ser Quijote sin
menospreciar a Sancho. Necesitamos un amigo/a que crea en nosotros, que nos
sepa defender, de corazón libre y entera franqueza cuando somos atacados.
Ayudar
a otros es sembrar... sembrar semillas buenas. Ayudar a un amigo es mucho más
que dar con las manos algo que tienes... es dar con el alma lo que tal vez...
nunca nos fue concedido. Es distribuir afecto, bondad, cordialidad, apoyo moral,
amor por sí mismo. Es repartir alegría, es infundir fe, estima, admiración,
respeto, gratitud, sinceridad, honestidad, libertad, optimismo, confianza y
esperanza. En verdad es dar más de lo que recibimos en la vida y de la vida...
Por
eso amiga mía, hermanita, no importa el temporal que se avecine, sigue
brillando como el sol porque se necesita determinación para sobrevivir los nubarrones
que a veces oscurecen la vida, y paciencia para seguir brillando sin importar
lo que se viene encima. No importa cuán fuerte sea la tormenta, cuán fuertes
soplen los vientos... al final siempre sale el sol radiante, deslumbrante... no
desesperes ante la adversidad, simplemente brilla con tu luz única, irrepetible...
todo pasa, sigue los pasos por el camino que llevas, resguárdate de la
tormenta, nada ni nadie (no vayas a llorar) podrá oscurecer tu luz... a la
larga el esfuerzo siempre merece la pena. Uno de estos días, cuando menos lo
esperes, superarás todas tus dificultades, porque tú y el sol tienen mucho en
común: ambos seguirán brillando a pesar de todo.
Recuerda
siempre que aquíí estoy... Cuando te sientas en soledad y necesites una mano
amiga.... toma la mía, si una lágrima te resbala y no encuentras un pañuelo
para limpiarla... usa el mío, cuando te sientas en la nada y no sepas como
sonreír... toma mi risa, el día que la lejanía de todos te haga sentir un vacío...
ten por seguro que siempre estaré cerca de ti, si te encuentres sin valor para enfrentar cada
uno de tus días... aquí estoy que soy valentía. Y cuando no quieras hablar
porque las palabras huyeron de ti… recuerda que también soy silencio. Si sólo necesitas
que alguien se siente a tu lado… también soy compañía, si el frío te invade y
necesitas calor en tu espalda... tendrás mi abrazo, cuando quieras llorar sin
decir nada porque la pena te embarga... hazlo en mi hombro, y cuando quieras
derramar alegría porque eres feliz... entonces hazme feliz. No mires mi
pequeñez, ni mis flaquezas, toma lo que necesites de mí… aquí estoy y soy tu
amiga incondicional.
Te
regalo fuego para entibiar tu corazón y hacerlo brillar con el resplandor, te
regalo los colores del arco iris para esos días en que todo te parezca nublado,
te entrego el perfume de las flores en primavera para despertar tus sentidos, te
regalo una estrella para que pidas y se te cumpla un deseo. Y siempre te regalo
mi Amistad, llena de amor para que la guardes muy cerca de tu corazón.
Nota:
Al terminar de escribir estas líneas, la hija de Cary (mi nuera) que estaba en
mi casa recibió una llamada por teléfono de una prima que le dijo que su mamá
había tenido una fatiga muy grande y casi se había desmayado. De inmediato
ambas salimos para su casa. Al llegar estaba ligeramente recuperada pero aún en
condiciones precarias, estaba tirada en la cama y no se podía ni levantar. Ya
les he dicho que es muy cabeza dura y a pesar de que los médicos le orientaron
hace dos días que podía comer normalmente, aún no lo ha hecho por miedo a tener
una recaída. A pesar de ya estar bien, continuaba con el poquito de puré y el
agua con azúcar. Comprenderán que después de tantos días enferma, haciendo un
gran esfuerzo para enfrentarse a todo y con los terribles calores que están
haciendo, ese cuerpo necesita comida.
Le
dije unas cuantas cosas y me dispuse a cocinar algo sólo para ella, por supuesto
siguiendo las indicaciones del médico, sobre todo en cuanto a la sazón porque
dijeron que no podía ser fuerte en un inicio. Si ella es testaruda, mucho más
lo soy yo, le cociné un pollo con sazón natural y no me fui hasta que se lo
comió con un poquito de arroz y aguacate. Después que comió me quedé un rato
más a la espera de ver cómo estaba y para mi tranquilidad y la de todos, ya la
dejé completamente bien.
Por
supuesto, al irme le dije que todavía no tenía energías para ciertos asuntos,
ustedes entienden. Por suerte el esposo está con una crisis de sacro lumbar que
apenas se puede mover, y lamentando los dolores que tiene el pobre hombre
podemos decir, afortunadamente, porque sino está “chica” es capaz de ponerse a
inventar al sentir sus energías un poco recuperadas.
He
tratado de que estas líneas sean un honor a la amistad como creo que ella
quería. Les he contado todo lo ocurrido, al menos eso creo, y si se me ha olvidado
algo, Cary lo dirá, pero al mismo tiempo he plasmado lo que es un verdadero
amigo/a. Nosotras tenemos la dicha de habernos encontrado, de que el destino
nos haya puesto en el mismo camino, y cada día que pasa nuestros lazos son más
fuertes. Las dos (cada una por su lado) hacemos el milagro, porque cuidamos una
de la otra, estamos pendientes de lo que la otra necesita, da igual si es algo
material o un simple abrazo, una palabra de aliento, un hombro para llorar…
unas horas de relax… lo que sea, siempre la otra está ahí, sin reservas, sin
dudas, sólo con mucho cariño y comprensión.
Vale
la pena, se los garantizo, no todo el mundo tiene la dicha y la oportunidad de
encontrar una amistad verdadera, es muy difícil, no sólo encontrarla sino
mantenerla. Por eso les digo que si la han encontrado cuídenla, no la pierdan por
nada ni por nadie porque quizás nunca la vuelvan a encontrar.
Espero
hermanita, que hayas quedado complacida con la historia y que no hayas llorado
como lo has hecho en otras ocasiones. Todo lo que he dicho no es más que la
verdad, de todo lo que pasó, del gran cariño que nos une y de la persona
especial que eres.