Bienvenidos a este humilde pero sincero espacio. Aquí escribo mis pensamientos, cosas que me preocupan, algunas vivencias, historias que conozco... lo que me dicta el corazón para compartirlo con otras personas, es una manera de saber que no estamos solos en este mundo virtual y poder hacerlo más real y cercano. Me gusta escribir y me siento bien haciéndolo, ojala estás letras lleguen a ustedes como yo quisiera. Siéntanse libres de comentar lo que deseen. Gracias por estar aquí.

viernes, 27 de abril de 2012

Te amo, pero no quieras ser mi dueño


Ven, acércate a mí que quiero confesarte algunas cosas. No sé qué me pasa cada vez que te veo… siento mariposas en mi estómago, escalofríos, montañas rusas o qué se yo, pero es la sensación de estar enamorada de ti. Cuando te miro tus ojos me atrapan, cuando me rozas mi cuerpo tiembla. Lo quiero todo contigo y nada sin ti. Un día sin verte es como el cielo sin su azul. Tu voz me estremece, quiero sentir tus labios, tu piel y todo lo referente a ti sobre mí. Da igual si hace frío o calor, de las dos formas las sábanas son nuestro escondite favorito. Eres mi otra mitad, tú y nadie más que tú.
Eres quien despierta mis instintos, mi amor, mi pasión, iluminas mis días, me llenas el corazón, me colmas de sonrisas… A ti que has llegado a mi alma, has amado mi cuerpo y te has ligado a mí, te doy las gracias por tocar mi corazón y darme tu amor. Tú me robas la calma, me has enseñado a decir te quiero y descubrir lo que significa cuando pienso en ti.
A pesar de eso, muchas veces me hago la difícil y te miro retadora, pero no hay más destreza que la tuya que hace mi voluntad añicos volviéndote mi vicio. Eres una droga en la que estoy enganchada, de la que no tengo escapatoria... ¿Y sabes?... Eso me gusta... Pero no confundas las cosas porque no eres mi dueño.
Yo puedo vivir sin saber que sentiré cuando la muerte me rodee con sus brazos de hielo, cuando el vacío de mi alma se confunda con la nada absoluta de un cuerpo desierto de vida. Pero necesito tu mirada para cubrir mi alma de luz, tus manos para saber que mi cuerpo es real, tu voz para saber que el silencio es momentáneo. Necesito que me explores, que me descubras, que me adivines, que me sientas, que me quieras, que me dejes, que me tomes... necesito tu ausencia y tu compañía, tu alma, tu cuerpo, te necesito amante, también compañero pero no necesito ser tu dueña.
Igualmente yo quiero explorarte, descubrirte, adivinarte, sentirte, quererte, dejarte, tomarte, quiero ser tu amante, tu compañera... pero no quieras ser mi dueño. Si me pides que cambie, que elija, que me deje ir, que apague mi voz, que anule mi yo, que me convierta en tu sombra... viviré sin ti, tenlo por seguro... puedo hacerlo aunque sea muy difícil… puedo vivir sin ti pero no quiero, no me obligues a ello. Sigamos siendo las mismas personas que éramos cuando nos encontramos porque por eso nos enamoramos, eso nos hizo amarnos. ¿Te acuerdas? Sigamos siendo los mismos y seguiremos amándonos ardientemente, apasionadamente, desesperadamente. Amándonos hasta la locura, hasta quedar sin aliento porque nos entregamos sin medidas.
Yo amo todo lo que eres, te amo con tus locos días, con tus locos desvaríos y tus amores desmedidos... sin preguntas, peligrosamente, ansiosamente... porque estás hecho a mi a medida. Te amo por ese amor que me entregas. Me encanta cuando dejas post-it diciendo "Te Amo" pegados en el refrigerador, en el espejo del baño, en el espejo de la cómoda, en la pantalla de la computadora…
Y ahora después de una aclaración y muchas confesiones, voy a confesarte algo más… hoy quiero comportarme como salvaje… ¿Me acompañas?

jueves, 26 de abril de 2012

Mis dos estrellas

Hoy alguien me habló de que se aproxima el día de las madres, de lo que pensaba hacer ese día, dónde iba a pasear y que después sus hijos cocinarían para ella… al terminar la conversación y quedarme sola me quedé pensando en mis dos estrellas y por eso me senté a escribir porque quiero con todo mi amor expresar con palabras, lo cual es muy difícil, cuánto amo a esas dos personas... Mis hijos, mis niños... los retoños que brotaron de mí, a quienes llevé en el regazo de mi vientre. Yo aprendí a renacer cada día con solo verlos...
Hoy mi príncipe es un joven inteligente y lleno de vida. Mi niño precioso que cada día me sorprende más con su madurez y personalidad. Y mi princesita, una chiquita que se roba el corazón de todo el que la conoce... es un cascabel, siempre bailando, sonriendo, muy pícara y dulce.
Ellos son mi orgullo, mi sol, mi risa, mis ganas de despertar cada día… hoy sólo quiero que sepan que los amo con todo mi corazón; cómo no hacerlo si son lo mejor que la vida me ha dado. Definitivamente Dios me bendijo con los dos ángeles más hermosos que El ha creado y me los dio a mi para que me acompañen y me enseñen a ser mamá. Nunca dejaré de darle las gracias por haberme elegido como su madre, nunca me cansaré de agradecerle por ustedes, por tenerlos aunque sé que no soy la madre perfecta, trato de demostrarles cuánto los amo y lo que significan en mi vida.
Estas líneas están dirigidas a ellos. Si algún día las leen pueden estar seguros que cada palabra es cierta y que sale desde lo más hondo de mi corazón.
Ustedes son lo más importante para mi y quiero que lo sepan... tal vez nunca lo digo (mi amiga del alma me reprocha siempre que en cuestiones de amor yo digo más cosas cuando escribo que cuando hablo), pero ustedes son el Sol que alumbra mis días, el motivo que me impulsa a ser mejor, el oxigeno que necesito para vivir, ¡son mi vida! Cuando pequeños me desesperaba por llegar a casa para escuchar ese "¡¡¡mamita!!!" seguido de sus besos y abrazos que varias veces estuvieron a punto de hacerme caer, por el impulso con que se lanzaban sobre mí, pero que disfrutaba cada día más... porque eran el mejor regalo después de un día agotador.
Amores míos, deben saber que el ser su madre me llena de felicidad y que sólo deseo que sus corazones se inunden de cosas bellas y no permitan que en ellos anide la maldad, siempre brinden ayuda a quien la necesite sin esperar recibir nada a cambio, sean justos, inteligente y sabios, pero por sobre todo sean humanos. Aprendan a perdonar y a levantarse con cada tropiezo, luchen siempre por un mundo más justo. Sean valientes y duros con los malos, solidarios y humildes con los buenos.
Amores, yo les pido tiempo y paciencia a mis exageraciones de sobreprotección que sé que no cesan, pero es que me cuesta trabajo entender que ya no son bebés. Son adolescentes y casi adultos, lo sé. Sólo tengan en cuenta siempre que los adoro, que jamás los voy a dejar por ningún motivo y que tengan la edad que tengan siempre seguirán siendo “mis bebés”.
Ustedes son fruto del amor, son amor en carne y hueso. Todos los días agradezco a la vida por haberme permitido tenerlos, mis tesoros yo los amo tal y como ustedes son, por siempre... mami.

martes, 24 de abril de 2012

Ayudándome a cocinar



Es temprano, pero el calor no me deja permanecer por más tiempo entre las sábanas, y decido darme una ducha rápida para refrescarme. Mientras me seco pienso en qué voy a cocinar para hoy con ese pensamiento me lavo los dientes, me echo desodorante, un poco de perfume y me pongo un ligero y corto ropón negro, estoy sola en casa, ¿para qué más ropa? hay mucho calor.
Voy a la cocina, me preparo un café mientras busco en el refrigerador las opciones que tengo para hacer de comida. Finalmente me decido por bistec de cerdo y una panetela de postre, saco la carne para dejarla adobada y tenerla lista para freír a la hora de la comida. Antes de picar las especies, enciendo el horno para que se vaya calentando.
Busco los ingredientes para la masa de la panetela, la preparo, la echo en el molde y la pongo a hornear; el calor es intenso y tengo harina hasta en el pelo, estoy pensando en darme otra ducha cuando acabe. Me dispongo a batir las claras de huevo cuando suena el teléfono, eres tú, para decirme que en una hora llegarás. Debo apurarme e ir terminando todo, para ducharme y estar presentable cuando tú llegues.
Pico las especies, adobo la carne, la tapo y la guardo en el refrigerador. Pongo a hacer la almíbar y comienzo finalmente a batir las claras para el merengue; todavía quedan 30 minutos aproximadamente para que llegues, así que me da tiempo darme otra ducha, al menos eso pienso. Me doy un susto de muerte cuando de repente me rodean unos brazos por detrás, por poco se me cae el recipiente donde estoy batiendo las claras, intento girarme, pero me dices que siga con lo que estoy haciendo.
Seguramente estabas muy cerca porque has venido en muy poco tiempo y no me ha dado tiempo terminar, me has cogido despeinada, con la cara y las manos llenas de harina, y por supuesto no tuve tiempo de ducharme de nuevo, me susurras al oído: “Te voy a comer entera nena, tu sigue con lo tuyo”.
¡Diablos! ¿Cómo puedo seguir con lo mío? Si el corazón lo tengo desbocado y un escalofrío recorre todo mi cuerpo, pero intento seguir haciendo el merengue, mientras tu acaricias mis senos y me besas la nuca, me estremezco..., el merengue está tomando consistencia al mismo ritmo que yo me derrito, no puedo pensar en otra cosa que no sea participar de tu juego, que por momentos me arrebata la respiración; con las claras casi a punto de nieve tus piernas hacen que se abran las mías, estoy deseando acabar con el dichoso merengue. ¡Dios! sólo de intuir tus intenciones me enciendo cada vez más, te digo que esperes un momento que tengo que sacar la panetela del horno. Sonríes y me dices: “Yo la saco, así te ayudo y terminamos antes”.
Las claras están ya están a punto de nieve, me apresuro en agregarle el azúcar para dejar terminado el merengue. De prisa quito el almíbar del fuego y le añado una línea de ron. Mientras, tú sacas la panetela de su molde y la colocas en un plato, yo comienzo a mojarla con el almíbar y tú vuelves a colocarte en mi espalda continuando con tu juego mientras me besas en el cuello erizando cada centímetro de mi piel que arde en deseo, la panetela no está fresca pero empiezo a vestirla con el merengue, tus manos se cuelan bajo mi ropón al encuentro de mi sexo mojado, y dices: “Mmmm, sin ropa interior, me acabas de provocar una erección instantánea” y te aprietas contra mi espalda haciéndome notar tu dureza entre mis nalgas. No puedo concentrarme en terminar de vestir la panetela, a duras penas lo consigo, y la llevo hasta la mesa contigo pegado a mi espalda, cuando suelto el plato, casi sin darme cuenta el breve trozo de tela que me cubre acaba en el suelo... y yo tumbada encima de la mesa llena de harina.
Ahí estás de nuevo, entre mis piernas, retorciendo mi deseo, elevándolo a lujuria, arqueando mi espalda... suspiro, gimo, me agarro a los bordes de la mesa, desatada en locura y ganas hasta que casi sin respiración, entre jadeos, te digo: “¡Hazlo ahora, necesito sentirte dentro!”, te incorporas y tiras de mi, me recuestas en la meseta de la cocina, me muerdes los pezones salpicados de harina y azúcar, y me siento enloquecer, ¡quiero tenerte ya!, mi urgencia es tal que al oído te vuelvo a suplicar que me tomes; es casi un rugido apagado lo que sale de tu boca mientras me acomodas y clavas tus ganas en mi, con ímpetu, salvaje; nuestro baile continua a ritmo de embestidas cada vez más intensas, jadeamos, gemimos, nos besamos…
Estamos desatados buscando el éxtasis, empapados en sudor y rebozados los dos en harina, de pronto con una mano halas una silla y conmigo pegada a tus caderas te sientas en ella, y ahora soy yo la que te cabalga al trote, la que toma de ti lo que necesita, mientras tu metes la cabeza entre mis pechos, intentando apagar tus gemidos entre ellos, hasta que te viertes en mi, de una forma salvaje, apretando mis nalgas casi hasta hacerme daño y me fundo contigo en el orgasmo, cansada, mojada en ti, sonriendo te susurro al oído: “Me encanta cocinar contigo”.
La cocina es un caos hay cosas desparramadas por doquier, ni siquiera nos percatamos en qué momento rompimos algunas cosas, hay especies en el piso, la harina está regada por todas partes… pero nosotros, aún sin separarnos, sólo nos reímos y nos besamos mirando semejante desastre. Malicioso, lascivo y juguetón me dices: “Vamos a ducharnos y después te ayudo a limpiar y a terminar la comida porque a mi también me encanta cocinar contigo”.

lunes, 23 de abril de 2012

¿Me regalas un abrazo?




A veces me entran muchísimas ganas de abrazarte, pero no te tengo y sólo puedo abrazar tu recuerdo, pero aún así me llenas, porque te imagino y casi puedo sentir tu cuerpo. Sigues intenso en mi alma, son tan grandes las ganas de verte, de volver a besarte, de sentir en mis labios tus labios… Iluminas mis noches, das más luz a mis días, me haces sentir especial.
Hoy tengo muchas ganas de ti, de saborear tu piel... Por todas las memorias que vienen a mi mente, por las sensaciones que se desbocan... Tengo ganas de que te pierdas en mi, quiero sentirte... sentirte aquí. Por esos besos que no me has dado, por las mañanas, tardes y las noches que no has estado... Por las ansias que se adueñan de mi cuerpo cuando no te siento...
Me preguntas una y otra vez si es verdad que te amo y por qué. Conoces la respuesta, pero de todas maneras te diré que te amo porque me haces reír, porque siempre me sorprendes, siempre vas más allá… porque te vuelves loco por estar conmigo, porque me haces pensar y me das otra perspectiva de las cosas, por el deseo con que me miran tus ojos, porque contigo puedo ser realmente yo, por tu objetividad en cualquier situación, por la forma en la que tus dedos se enredan en mi pelo, porque no me juzgas, por tu forma de amarme, por tu forma de entregarte, porque tus manos me transportan a otro lugar… por la forma en que tus piernas se enredan en las mías, por el tono de tu voz cuando me mimas, porque tus labios me crean adicción, porque a veces me desquicias, porque no eres común, por todo lo que me haces sentir, por como me haces desearte… porque sin ti no sé vivir.
A pesar de la distancia y de todo… hay cosas que no cambian, insistes en saber cómo estoy y aún cuando trato de desviar la atención hacia otro lado insistes porque sabes que algo no va bien, me gusta cuando me cuidas, siempre buscas una palabra para animarme, siempre encuentras el modo de hacerme sonreír, me gusta tu excelente memoria y tus “notas mentales” y recuerdos exactos de las cosas que te digo... Que te importe lo que para mí es importante, me gusta que contigo no sólo puedo compartir coqueteos, fantasías, lujuria, caricias y orgasmos, también puedo compartir dudas, angustias, miedos, enojos y sonrisas… Tal vez nadie pueda entenderlo y no me interesa que lo hagan... quiero que te quedes cerca...
Tengo ganas de embriagarme de ti, por el dulce sabor de tus labios, por tu esencia que me impregna... porque tus caricias me curan todo. Tengo ganas de olvidarme del mundo por las muchas ganas que tengo de ti... hace tiempo que no te tengo y los días, las semanas se hacen eternas… Sólo quiero tus brazos apretándome contra tu pecho, sólo quiero tu calor, tu presencia, el sonido del latir de tu corazón... sentirte tan íntimo, tan profundo, tan cálido, tan tú... ¿Me regalas un abrazo? Quiero sentir el dulce frenesí de abandonarme entre tus brazos...

jueves, 19 de abril de 2012

Una palabra

Con tan solo una palabra podemos perder o ganar un amigo. Alguien dijo una vez: "Las palabras son los peldaños de la escalera de nuestra comunicación". Así es, y por tanto debemos de cuidar que cada tramo esté bien construido, que no sea resbaladizo, que no esté carcomido, que no provoque más caídas o problemas en nuestra relación con los demás. De ahí que siguiendo las definiciones orientales debemos elegir bien nuestras palabras que son los peldaños de la escalera de una buena comunicación.

Una palabra cualquiera puede ocasionar una discordia, una palabra cruel puede destruir una vida, una amarga provocar odio, una brutal romper un afecto, una agradable suavizar el camino, una a tiempo ahorrar un esfuerzo, una alegre iluminar el día. Una palabra con amor y cariño puede cambiar una actitud. Para un alma atormentada una bella palabra es como la luz del faro en una noche tormentosa, es como alivio para el enfermo, como resignación para el doliente.

Por eso, amigos míos, no griten, no ofendan, no juzguen, no humillen, no indispongan… sean nobles, íntegros, sinceros, humildes... Que la lengua encuentre las palabras más exactas para que se expresen sin que sean mal interpretados y no tengan miedo a pronunciar las palabras mágicas: te quiero. No dejen pasar la oportunidad de halagar a una persona y despídanse de la gente siempre con palabras cariñosas porque nadie sabe si el la última vez que se vean. Ojala siempre tengan palabras cálidas en un frío anochecer.

En lo personal yo siento no poder llegar con mis humildes palabras a rozar la gloria que tú me has proporcionado cada día que has permanecido junto a mí. Quisiera que las palabras fluyeran de mi boca con la misma intensidad, pasión y cariño que siento por ti. Te sueño cada noche y te pienso cada día, te acompaño en cada jornada y te poseo sin poder estar tangiblemente a tu lado. En la lejanía te acompañan mis palabras de aliento, que son puras y sencillas. Amor, mis palabras encierran todo el cariño que siento por ti, son palabras de amor, no son traídas de otro mundo simplemente son palabras que solo un corazón enamorado como el mío puede decir.

Te regalo una palabra perfumada y un día de sol con tu nombre porque eres el arco iris que sin estar en el cielo pinta de colores mis días... Nuestro amor es como un ave que vuela con las alas ligeras día a día, libre, espontáneo y sincero. Eso siento y más. Alguien debería inventar nuevas palabras para definir mis sentimientos de entrega, de admiración, de necesitarte cada segundo. Te digo que te amo, pero ya lo sabes, quizás de tanto repetírtelo se desvirtúan las palabras, pero no, cada vez que te lo digo es porque mi amor por ti ha aumentado.

Lo que hoy te escribo no son palabras de poetas pero si de alguien que se enamoró de ti, que se siente feliz al estar contigo. Me he desnudado en palabras para decirte lo que siento, es curioso muchos dicen que con las palabras se esconde el alma, pero a mi se me ha quedado vacía.

miércoles, 18 de abril de 2012

Así es nuestro amor


Hoy al encontrarte, se levantaron de golpe ante mí tantos recuerdos, tantas locuras… pude entender que a pesar del tiempo y la distancia, aún te quiero… Entendí que tienes el poder de seducir cada poro de mi piel, cada gota de sudor, cada parte de mi cuerpo... Y que tú logras calmar esa agonía que mi corazón siente cuando la soledad me acompaña...
Te amo más allá de la distancia, del tiempo y el momento. A pesar del infinito que nos separa, de las promesas sin cumplir que nos hicimos, sin que me importen los malos momentos que alguna vez vivimos. Te amo más allá de todo, más allá del tiempo que no compartimos, de la paz o la guerra que vivimos… sólo puedo decirte que mi amor por ti es eterno.
Con solo verte logras que revivan en mí la nostalgia, las pasiones, los sueños, las travesuras más inimaginables, cada vez que te deseo… Mientras te observaba quise encontrar en mi cuerpo un lugar que no te conozca, un lugar que no me transporte a desearte, un lugar que me calme las ansias de tenerte junto a mí… cuántos sentimientos encontrados llegaron a mi mente cuando me hablaste tierno y apasionado, y tu sonrisa me acarició de la cabeza a los pies…
Hay entre nosotros secretos que inundan el aire discreto, de sueños y besos que nadie sabe que damos en cualquier rincón. Cuando estoy en tu cama para que seamos uno el deseo se vuelve más intenso, abro mi ser para que entres y me fascina morir de deseo entre tus brazos... fundirme con tu calor, con tu cuerpo, con tu movimiento, amarte hasta nunca cansarme… Amarte una y otra vez es como tocar el cielo sin ningún esfuerzo porque tú eres mío y tu cuerpo mi refugio de amor, de alcance total a lo placentero.
Hoy no pude evitar acercarme a ti porque quise tener otra oportunidad de verte a los ojos, tenerte muy cerca de mí para extraer de ti toda la dulzura que llevas dentro y que escondes en las caricias más tiernas cada vez que me recorres con tus manos y tu mirada… Desee lentamente y sin pensarlo dejar llevar todo mi ser hacia tu cuerpo para entregarle toda la pasión quieta, que sé quedo dormida desde el día que me marché...
Nunca he podido dejar de amarte... Te he amado desde siempre, desde cuando un roce de tu piel erizó mi piel, desde que vi el reflejo de tus ojos en mis ojos y desde que tu sonrisa me cobijó y me besó en el silencio de la noche… Ahora, que te vuelvo a ver, puedo decir sin pensarlo que eres, has sido y serás la mejor locura que ha sentido mi ser...
Tus palabras me estremecieron. Mentiría si negará que me gusta saber que sin mi amor te sientes perdido, que me recuerdas todo el tiempo y que estás preso de este amor... saber que te gusta que pronuncie tu nombre y que desee tu cuerpo, que dé vida a tus sueños porque eso alienta tus ansias… saber que te gusta sentir tus labios junto a los míos y sentir como renace mi piel cada vez que hacemos el amor... Dices que soy la dueña de tus más íntimos secretos y fantasías... Te gusta como te amo... Y a mí me gusta como me amas... Así es nuestro amor... Entonces, amémonos sintiéndolo siempre tan nuestro... Eso es lo único que importa, quemarnos en esta llama porque entre tú y yo no hay distancias que valgan.

lunes, 16 de abril de 2012

Deseo divino

El atardecer se presta a ser mi confidente cuando te siento lejos de mí, mis brazos se escapan con ansias de volver a acariciarte, eres mi inspiración de cada amanecer, eres la verdad puesta ante mis ojos, me gusta verte cuando estás dormido y en tus sueños estoy. Sí, no cabe duda que te amo con locura, vives en cada molécula de mi cuerpo, formas parte de mi vida… te amo y no me cansaré de amarte. Una parte de mí está aquí, es lo que ves. Quizá mi parte más íntima y sincera. Mi lado más secreto. El resto, lo que no te muestro, búscalo entrelíneas.

Hasta el aire me huele a ti. Realmente no hay manera de cambiar lo que ya está hecho, y lo que está hecho, es el hecho de que te amo a pesar de mí, todo con un para siempre que se repite en línea recta de manera continua en el pulso cardiaco, cada latido de sí mismo es una canción entonada con el fin de revelarte mis sentimientos, sentimientos que se inmortalizaron cuando te dije si…

Mi amor no tiene horas ni un momento especial, mi corazón no sabe de razón mi amor está... así de sencillo. Está cuando tu me llamas, está también en tu silencio. Te amo sin sentido, sin palabras, sin límite de tiempo y sin promesas.

Son tan grandes mis ansias de pecar... pecar sólo contigo lo confieso, llenar tu cuerpo de mis besos y llenarme de deseos por tu sexo. Besos tales que nunca puedas arrancar de tus labios, y entre besos, caricias, gemidos llevarte hasta el infinito. Te castigo de deseos, de placer, y eres como un volcán lleno de pasión y fuego. Retozo con tu cuerpo tenso de lujuria y sed de amar, en medio de un deseo divino que nos devora.

Si me atas que sea con tu piel, que me reclame tu cuerpo. Si he de incendiarme que sea con tu mirada, que me desnuden tus ojos y me consuma en la hoguera más intensa. Mujer en llamas no entiende de cenizas, solo de brasas: Quémame. Si has de hablarme que sean tus besos quienes digan, que busquen en cada recodo de mi cálida esencia, entreabriendo mis piernas. Que me disfrute tu lengua si quiere sentirme llena. ¿Que proponga?... Ya propongo. Dime si hoy te apetece perderte en mí, prometo ser justa en mi respuesta.

jueves, 12 de abril de 2012

Te extraño un montón

¿Cómo olvidarte? sí te has quedado dentro de mi corazón, sí tu recuerdo me invade y no dejo de pensar en ti, sí has sido lo mejor para mi, simplemente no puedo y no quiero... Te escribo recostada en el sillón que esta a un costado del escritorio, extrañándote cada minuto que pasa. Hoy me encuentro triste, a veces creo que la espera me vuelve un poco loca de amor porque extrañarte es lo más bonito y triste que me ha pasado. Tu ausencia me duele.

La tarde está muy húmeda por tanta lluvia, hace mucho aire y me envolvió el frío, al instante recordé que estás conmigo para poder abrazarme. Te extraño tanto que a veces tengo miedo de amarte más de lo normal. Espero que con el tiempo supere esa obsesión que tengo por ti. Pero ahora, te amo aún más…

A veces digo que todo esto ha sido un error, pero luego me doy cuenta que no puedo decir eso porque no me arrepiento de haberlo intentado contigo, a pesar de que ahora no estás aquí…

No sabes cuánto te echo de menos… no poder acariciarte, abrazarte, decirte te quiero... no puedo sacarte de mi cabeza, te extraño al caminar por las calles, extraño cada momento que hemos pasado juntos. Es tan difícil vivir sin ti… En la quietud de mi habitación, brotan de mi mente los recuerdos más vívidos que nunca y las horas pasan lentas, el reloj parece estar en mi contra… anhelo estar contigo, quedarme con el calor de tus besos y caricias...

Mi alrededor se torna gris porque la tristeza llena mi mente. Ansío correr a buscarte y decirte cuánta falta me hace oír tu voz, tu risa y hasta tus malditos celos. Extraño tu censura y tu malicia, tu andar sereno y preciso que complementan mis vicios, mis caprichos, mis excesos… Sin ti se ha acabado el camino y ahora no sé a dónde ir. No sabes cuánto has logrado que te quiera. Vives en mi corazón.

No tienes idea las ganas que tengo de verte. En las noches cuando te sueño te siento tan cerca que cuando me sorprende la mañana mi cuerpo te sigue sintiendo, soñar contigo es la única forma que tengo de estar a tu lado, de besarte, de abrazarte, de perderme en tu mirada, por eso nunca quiero que termine la noche porque el cruel amanecer te aparta de mi lado.

Cuando escucho canciones románticas algunas veces, involuntariamente, las lágrimas corren por mis mejillas porque las letras son como dagas que traspasan mi corazón. Si escucho tu voz al otro lado de la línea del teléfono mi corazón palpita de emoción, se acelera a un ritmo que pareciera que quisiera salirse de mi pecho y tengo que hacer un esfuerzo sobrehumano para que no sientas el temblor de mi voz.

Desde que decidí renunciar a ti el sol dejó de brillar, las estrellas ya no iluminan como antes, la luna se esconde detrás de una gigantesca nube gris que se formó y convirtió mi vida en una noche oscura.

Te extraño un montón, te siento aún cuando no quiero y en este sentir viviendo muero. Es que te extraño tanto, amor... que se hiela mi sangre cuando te pienso tan lejos de mí, de mis deseos, de mis sueños. TE AMO TANTO QUE ME DUELE.

martes, 10 de abril de 2012

Para una amiga muy especial


AMISTAD es una mano extendida, una sonrisa que te anima, una mirada que te comprende, una lágrima que se une a tu dolor y una palabra que dice: AQUI ESTOY. Amistad es forjar metas entre dos personas que se unen sin egoísmo o rechazo, siendo partícipe de todas las aventuras construidas y depositadas en sus corazones.

La vida es un eterno y hermoso devenir, todos estamos inmersos dentro de ese grandioso océano que nos brinda la oportunidad cada día de ser mas felices. Y contar con una buena amistad es algo esencial en la vida, tener a alguien a tu lado en quien siempre puedas confiar, con quien compartir tus secretos… No es fácil poder encontrar esos amigos verdaderos, esos que se pueden contar con los dedos de las manos, que son capaces de todo por defender a quienes quieren, que entregan todo, que siempre están en el momento más inesperado, que en el momento más doloroso sirven de gran consuelo, que ponen su hombro para que uno pueda desahogarse, los que llegan cuando los demás se marchan.

Es increíble descubrir personas maravillosas, sinceras y tiernas; pero es posible y cuando te ganas su amistad, te das cuenta de que eres privilegiada por que lo importante no es conocer muchas personas, lo realmente importante es ser acogida por la ternura y la amistad de un ser querido y especial, un amigo. De verdad es difícil encontrar buenos amigos, pero cuando finalmente se les encuentra difícilmente se les deja ir, porque los verdaderos amigos son para siempre.

Yo conocí hace años una persona muy especial que se ha convertido en un apoyo incondicional; cada día le doy gracias a la vida por haberla encontrado porque la verdad es que contar con alguien así es como tener un as bajo la manga, es una ficha clave no para la búsqueda de premios u otras cosas, pero si para vivir cada día con un motivo más para lograr todas nuestras metas y objetivos.

Vivimos tan deprisa, andamos tan apurados que a veces caemos en la rutina y no apreciamos todo lo bueno que nos rodea. Hoy decidí que voy a tratar de no permitir que eso me suceda otra vez; tal vez mañana no tenga tiempo y sea ya muy tarde...

Te quiero decir muchas cosas y sinceramente te las mereces... ¡ERES SUPER ESPECIAL! Amiga, quiero decirte que eres grande, una persona bella y muy importante en mi corazón; nunca te vayas de mi lado porque mi mundo sería tinieblas y tristeza a mi alrededor.

Cary, te agradezco todas las palabras hermosas que me has dicho, todo el apoyo que me has brindado y todos los momentos que hemos pasado juntas, de verdad que es un placer compartir y departir contigo. Contar con personas como tú, es lo mejor que me ha pasado en la vida, es bueno quererte y sentirse querido por ti, los que tenemos ese placer debemos saber cómo aprovechar toda tu luz y amor.

Somos hermanas de corazón y nacimos para compartir todas las experiencias de la vida. Las palabras no son necesarias para nosotras, ahora hablamos con abrazos y nos comprendemos solo con una mirada. Nuestra amistad no se puede comparar con ninguna, ojala que la vida nunca nos separe, te quiero como lo que eres, una amiga estupenda.

Hoy déjame decirte gracias, amiga, por tu amistad invaluable, única e inigualable. Cuando estoy junto a ti, tú con tu alegría y cariño haces que las horas se conviertan en minutos, no existe en este mundo algo que yo pueda darte para agradecer todo lo mejor que tu me haz dado. Hoy he querido escribir para ti amiga fiel, sincera, noble, que me envuelves en tu ternura, llena de cariño y calidez. Gracias por ser parte de mi vida, gracias por permitirme ser parte de la tuya. Te quiero mucho, gracias por existir.

sábado, 7 de abril de 2012

Noches eternas

Los besos son el comienzo y tras ellos las caricias, los cuerpos, los sexos, suspiros y más besos y más de todo. Noches eternas para los amantes, disfrutándolas lentas porque no existe el tiempo sólo ellos. Noches mortecinas para quien duerme y sueña, noches llenas de vida para los que las vuelven eternas.

Una noche contigo es una noche en el paraíso, sentirte junto a mí, tan cálido, tan cercano. Fue increíble cuando me desperté a tu lado, qué mejor fin para un sueño que empezar abrazada a otro, porque aún me pareces un sueño, el más bonito que pudiera tener. Seguías dormido abrazado a mí, vi tu rostro sereno, acaricié tu pelo, me llené el alma de tu aroma… Tú dormías y yo soñaba despierta. Te di besos leves, intenté que se parara el tiempo, pero el maldito no se detiene, es más, creo que para fastidiarme cuando estoy contigo pasa más deprisa.

Tras esta noche sueño con que haya muchas más. Habrá más madrugadas, llenas de caricias, de besos, de complicidad, madrugadas con dos cuerpos abrazados, con dos almas cercanas. Madrugadas de suspiros, de palabras dichas al oído, intentando detener ese tiempo a tu lado, disfrutándolas en cada segundo. Esas madrugadas tan soñadas, tan deseadas, tan recordadas.

Habrá más noches que se fundirán con el alba a la par que se funden nuestras bocas y nuestros cuerpos, noches en las que no haya despedidas, donde no se interrumpa la magia ni exista la distancia. Noches que nacerán con el sueño de ser eternas y su sueño se cumplirá. Nos amaremos una y otra vez, el placer será eterno, en una noche que jamás olvidaremos. Una noche donde dos almas se regocijaran, y donde dos cuerpos se fundirán en las caricias del amor y del placer.

Es bonita la noche contigo, aunque contigo es bonito cualquier tiempo: una mañana, una tarde, un día entero, cinco minutos, hasta un segundo junto a ti puede ser el más intenso. Me acaricias con la mirada, me desnudas con tu voz, exploras mi cuerpo y me amas con tus cinco sentidos, envuelves mi cuerpo con el tuyo, entrelazas tu mirada con la mía y me haces estremecer sin penetrar mi carne sedienta de ti. Me gusta sucumbir a tus caricias y a tu pasión, ser tuya y de nadie mas, beberme tu alma a sorbos, y poder saciar tu sed de amor.

En este instante quiero que la noche y el sueño me lleven a ti, quiero estar contigo, mirarte, besarte, abrazarte, aunque cuando llegue la mañana te difumines entre los rayos de luz que entran por la ventana. Quiero que seas sueño, que seas real, que seas luz en mi oscuridad, que me regales noches con sus madrugadas y también con sus mañanas. Sueño contigo cada noche y también te sueño despierta cada día.

Cada noche seré tu amante perfecta, de una forma mágica, viviremos algo nuevo, algo sutil, sublime, nuestros cuerpos harán poesía, en un amor erótico, un amor espiritual, una entrega única y total que jamás olvidaremos.

La noche, el día… cualquier instante contigo es el mejor regalo que la vida me puede dar, porque tú le das alegría a mi alma, le das brillo a mi mirada, haces que mi corazón lata con más ganas, me llenas de pasión, de ilusión, de vida.

jueves, 5 de abril de 2012

No sé cuando volveré a verte

No sé cuando te volveré a ver, pero me entristece saber que hoy tampoco será, ni mañana, ni pasado, ni el próximo día… intentaré acostumbrarme a este vacío y lo iré llenando de recuerdos, de deseos, de ganas de volver a verte, pero hoy ese vacío es inmenso… y es curioso, porque con una de tus sonrisas podrías llenarlo en un instante, o con una caricia o con un beso, o con una mirada, pero nada de eso tengo ahora, lo tuve, pero ayer ya suena lejos.

Deseo música y un ramo de rosas, que más podría desear mi corazón si la suavidad de sus pétalos me trae el recuerdo de tus besos que adoro y la música acompaña mis pensamientos. Podría pasar horas sintiendo el perfume de mis rosas y escuchando esos armónicos compases que me recuerdan nuestros rítmicos latidos, cuando perdido entre mi pecho y mis suspiros tú y yo alcanzamos juntos el cielo, mientras tú dulcemente me besas y susurras en mi oído mil veces te quiero... Qué lejos ahora tus labios, qué pena no poder besarlos, qué inútiles se sienten mis brazos sin poder abrazar tu cuerpo, qué absurdos mis dedos escribiendo en vez de acariciándote.

Ahora mismo, podría estar pensando en cualquier persona, cosa, animal, sueños, futuro, anécdotas, recuerdos, pasado, dolor, alegría. Cualquier cosa, lo que sea ¿verdad? Pero pienso en ti una y otra vez… se me nubla la mente y me tiemblan las manos, un dolor se extiende por todo mi cuerpo y se me olvida quien soy. Y ya no puedo más.

Puede que no escriba, pero en mí sigues, siempre intenso, siempre con esas ganas inmensas de verte, siempre esa alegría del alma al imaginarte, al recodarte. Puede que no me clave dagas, que no me arranque las entrañas, que no me desangre, pero sigues anidado en todos los rincones de mi cuerpo. Me hierve tu recuerdo, desfilan por mi mente los recientes momentos, que siempre se hacen tan cortos, incluso aunque fueran eternos.

Vuelven a mi recuerdo las calles que transitamos, los sitios donde nos encontramos, los lugares que nos gustan, y en ellos tú, nítido, y borroso el resto: columnas, paredes, gente, ventanas, mesas, sillas, porque tú lo eclipsas todo, como eclipsa la luna al mismísimo sol. Esas calles que alguna vez brevemente paseamos, esas calles me traen siempre tu recuerdo y por las que en mi mente camino intentando llegar a ti.

A veces tu recuerdo se hace tan intenso, tan inmensas las ganas de estar contigo… Y nada calma esas ansias, nada que no seas tú podría calmarlas, pero sólo estás en mi memoria, y puedo sentirte cercano, pero te sigo echando en falta. Me gustaría besarte ahora, abrazarme a ti en silencio, como si el tiempo fuera eterno, pero no es posible y sólo me queda recordar, soñar e imaginar. Sabes… tu recuerdo me calma, me calman las palabras que se dijeron, todos los besos que se dieron, los abrazos, las miradas, me calma imaginar nuevos momentos.

Te echo de menos, ya lo hacía esta mañana, pero mientras más me alejo de ti se va haciendo más grande el vacío que me deja tu ausencia. No sé cuando nos volveremos a ver, me da pena irme, me siento triste… pero es normal, cómo no voy a estar triste si tu a tu lado soy feliz. Malditos sean mis pies que me alejan de ti, y con la distancia poco a poco se alejan tus besos, tu cuerpo que hasta ayer acariciaba se va difuminando y se quedan mis manos con ganas de las tuyas, y mis labios ansiando los tuyos.

Han sido tantos los momentos de felicidad, momentos que perdurarán en la memoria, que se añoran y atormentan en la distancia… ya sólo deseo que retornen mis besos a tu boca, como aves peregrinas buscando la calidez de tus labios; que tus manos cubran de caricias mi cuerpo, que mi piel es un desierto de arena sin huellas porque las últimas que dejaron tus dedos ya se borraron por el paso del tiempo; que mis ojos brillen al encuentro de los tuyos, alineadas las miradas como estrellas en el firmamento.

Pero son sólo deseos, sé que no será así… ahora cuando salga dentro de un rato a dar una vuelta ninguna calle me llevará a ti pero te imaginaré al final de cada una, o mejor, cogidos a ratos de la mano, buscando un lugar para sentarnos, para conversar, para besarnos… ajenos a todo, ajenos al mundo, ajenos a los problemas.

No sé cuando te veré la próxima vez, podrán pasar semanas, quizás meses, pero cuando vuelva a verte a estar contigo desaparecerá este vacío en un instante y volveré a sentir la gloria, y seré feliz sin que nada importe más allá de ti, y todo mi ser se llenará de esa felicidad tan inmensa que sólo encuentro contigo, esa felicidad como un tesoro que he encontrado sin tener que navegar los siete mares, ni subir las más inclinadas montañas, ni bajar a las profundidades, ni derrotar a un terrible dragón.

Podría escribir y escribir y sobre ti sería mi última metáfora. Sueño con volver a vernos, con abrazarte y no soltarte, con besarte y no despegar mis labios de los tuyos, con mirarte y ver tus ojos llenos de ilusión. Puede que no escriba, pero lo haga o no, es imposible que no te sienta palpitando en mis adentros.

martes, 3 de abril de 2012

El fuego y el amor


Estoy cansada y sola en la oficina, con el tiempo encima, quiero terminar el trabajo que estoy haciendo y para completarlo necesito una información que no recuerdo en qué carpeta la guardé por ello activo el buscador en mi computadora. Mientras el ordenador se sumerge en la búsqueda, saco un cigarrillo y como no encuentro la fosforera, saco una cajita de fósforos que sólo Dios sabe desde cuando tengo en una gaveta del buró. Enciendo el cigarro y doy la primera bocanada. Me quedo observando la llama del fósforo hasta que soplo y la apago para no quemarme, pero me pongo a pensar en el fuego, algo tan poderoso y lo efímero que resulta en un cerillo.
Pensando en la llamita que se extingue con solo soplar y en un poderoso incendio, viene a mi mente la conversación de hace unos días con una joven amiga. Ella me contaba que llevaba un año con su pareja, que al inicio todo fue maravilloso, que se había entregado a el inmersa en un remolino de sensaciones desconocidas hasta ese momento para ella, que con él había conocido lo que era un orgasmo y se había maravillado con esa respuesta tan increíble de su cuerpo pero que le parecía que el orgasmo tenía un origen divino. Me decía que nunca creyó que alguien fuera capaz de producirle ese mar de sensaciones que la hicieran perder el control de su cuerpo y de su mente.
De pronto, un poco cabizbaja comenzó a decirme que algo había cambiado, seguía amándolo pero ya no se estremecía con su toque como en los primeros tiempos, que las caricias que le daba en la intimidad eran tiernas y amorosas pero ya no encendían su deseo. Y que ella quería volver a sentir todo ese mundo de emociones que con él descubrió, pero era inútil, no entendía lo que pasaba. Continuó diciendo que cuando terminan de hacer el amor él le da un tierno beso y se duerme, justo cuando su sexo inflamado comienza a despertar, que muchas veces producto de la naciente excitación termina tocándose y dándose placer, pero que después se apodera de ella la vergüenza y un sentimiento de culpa porque ese placer no se compara con el que sentía hace un año cuando se entregaba a él. Y terminaba diciéndome abochornada y confusa: “¿Qué voy hacer?, yo lo quiero, pero te juro que no hay nada más frustrante que sentirse avergonzada y medianamente satisfecha”.
Es increíble el poder de la mente, la simple llama de un fósforo me hizo pensar en el poder del fuego y a su vez, eso me recordó las confesiones de mi joven amiga y en ese momento recordando sus palabras, sentí pena y alegría. Pena por esa pareja llena de juventud, que en muy poco tiempo apagaron su relación como la llama de un fósforo y pena de que una joven y bonita mujer se sienta avergonzada por proporcionarse un poco del placer que no sabe darle el que duerme a su lado, en resumen pena por el triste final que esa unión tendrá.
Pero sentí alegría por nosotros que en una relación de mucho más tiempo hemos compartido tantas cosas... y aunque parezca increíble en nosotros la llama nunca se apagó por el contrario encendió una hoguera llena de amor, pasión, deseo, lujuria y también respeto, ternura y comprensión. ¿Y sabes por qué? No sólo nos cuidamos uno al otro, nos brindamos cariño y respeto, sino que hacemos que cada uno de nuestros encuentros sea diferente, encontramos nuevas formas de amarnos, hacemos realidad fantasías y juegos amorosos que nos hacen tocar las estrellas. No sé si somos muy creativos, pero lo que sí sé es que evitamos que la rutina se apodere de nosotros.
¡Diablos! Estos pensamientos me han traído a la memoria algunos de nuestros juegos eróticos, ¡vaya imaginación que tenemos! Tengo tu imagen tan vívida que los recuerdos me han dejado excitada, estoy mojada y deseosa de ti, creo que sería maravilloso que estuvieras aquí, en la oficina, en este mismo momento e hiciéramos el amor sobre mi buró… Sonrío y cuando me levanto a tomar un poco de agua porque tengo la garganta seca, suena el teléfono...
-¿Diga?
-Amorcito, estaba pensando en ti y no te imaginas cómo, nena...
-Yo también. Ojala estuvieras aquí, tengo tanta necesidad de ti...
-Mmmmm… por eso te amo, estás loca, hacerlo en la oficina...
-Me lees el pensamiento... como casi siempre…
-Es cierto y te sigo como mismo tú me sigues a mí… anda, mi amor, te veo en un rato donde siempre... No te imaginas lo que te espera...
-Yo también te amo, te necesito y te deseo.
-No demores, cariño…
Vuelvo a sonreír y cuelgo el teléfono. Regreso a la computadora y ya tengo en pantalla la información que estaba buscando, la guardo y me dispongo a salir deprisa. Vuelve a mi pensamiento esa pareja y me digo: “Los jóvenes de hoy tienen tanto que aprender... con una simple llamada ya estoy loca por llegar junto a él, y eso que no me dijo nada caliente pero con ese simple ‘No te imaginas lo que te espera’ mi mente echa a volar, estoy excitada y ansiosa”.
Si los jóvenes comprendieran el valor que tiene una simple llamada, una flor con una nota, algo escrito en un espejo, en fin… eso es lo que no sabe hacer la juventud, mantener viva la pasión, para que al paso de los años sigan disfrutando de la entrega y sintiendo el placer que proporciona hacer el amor que no es lo mismo que tener sexo.
Cuando se es capaz de mantener encendida la llama de la pasión cada entrega es como si fuera la primera vez, entonces no sólo se aman cada día más sino que nunca dejan de lado el placer de su pareja y esos orgasmos increíbles que a todos llenan de felicidad y plenitud. Hacer el amor es que el otro sea tu, y tu el otro, y ambos sean sabios, sepan de qué manera y con qué ímpetu se puede lograr la unidad perfecta.
Cuando los hombres empiezan a olvidarse de nuestro placer y a pensar sólo en el suyo, las cosas cogen por mal camino porque el conocido y buscado orgasmo para los hombres es la mejor descarga del mundo, para las mujeres es un dique rompiéndose, es un oasis en el desierto. Se dicen muchas cosas del orgasmo, pero no hay dudas que la petite mort (pequeña muerte) como la llaman los franceses nos da una vida sexual plena.

El orgasmo es una sensación increíble, yo siento que me transporta en unos segundos al espacio infinito, como si una galaxia entera fuera devorada por el hoyo negro de mi sexo inundándome de luz, estallando en mi interior, convulsionándome, haciéndome casi perder el sentido, para luego sumirme en una paz, en un sentimiento de tranquilidad, donde nada aqueja, no hay dolor ni sufrimiento, todo es calma... somnolencia. La calma que sigue al huracán. Es una paz celestial. Después de todo, mi pobre amiga tiene razón en una cosa, ¡el orgasmo tiene origen divino!

domingo, 1 de abril de 2012

Para aprovechar la luz solar

Cuando dieron las doce de la noche anunciando el final del sábado, hubo que ajustar los relojes adelantando una hora. Es el cambio de horario que se hace todos los años cuando se acerca el verano para aprovechar la luz solar. Pero eso, a su vez quiere decir que la pasada noche nos robaron una hora de sueño, de vida, de resaca…

Le robaron una hora de pasión a los amantes, le quitaron una hora de sueño a los durmientes y le ahorraron una hora de espera a los deseosos por levantarse… pero es cruel recortar así la madrugada porque se perdieron besos que se hubieran dado y frases que quizás se hubieran pronunciado. Dentro de seis meses, más o menos, llegará una noche donde nos regalarán una hora, pero quizás esos besos que anoche no se dieron serán dados en distinta boca y las palabras que no se escucharon serán dichas por otra persona.

Pero bueno no hay que desanimarse, cuando pasen algunos días y nos acostumbremos al cambio de horario ya no nos acordaremos de esa hora que perdimos anoche (y todo lo demás que hayamos podido perder). Entonces pensaremos, sobre todo los que vivimos en climas tropicales, en los planes que comenzamos a hacer para el tan esperado verano, para esos días tan deseados de sol bueno y mar de espuma, que tanto nos gustan y disfrutamos.